lunes, 27 de agosto de 2012


El radioaficionado Enrique Susini y sus tres amigos César Guerrico, Luis Romero Carranza y Miguel Mujica, a quienes luego se los llamó "Los locos de la terraza" fueron los responsables de la emisión de la ópera Parsifal, considerada la primera transmisión radial del mundo, desde el teatro Coliseo de Buenos Aires en la calle Cerrito y Charcas . Aquel 27 de agosto de 1920, entre las 21 y la medianoche, nació una historia controvertida, curiosa y apasionante que se despliega en estas páginas.

“Una audición llovida del ciclo. Parsifal a precios popularísimos", tituló el diario La Razón del 28 de agosto de 1920 una crónica firmada por el crítico de música Miguel Mastrogiani. La noche anterior se había realizado la primera transmisión radial del mundo, desde el teatro Coliseo: en directo, se emitió la ópera Parfisal, de Wagner, con dirección de Félix Weingartner y la interpretación de la soprano argentina Sara César y el barítono Aldo Rossi Morelli.

"...Y anoche una onda sonora onduló vermicular, de las 21 a las 24, por el espacio, como cubriendo con su sutil celaje de armonías -las más caprichosas, ricas, grávidas de nobles emociones-, la ciudad entera", escribió Mastrogiani.

El responsable de la transmisión fue el médico Enrique Susini, un radioaficionado que un año antes había estado en Francia, interesado por los equipos transmisores utilizados por el ejército francés para las comunicaciones entre los frentes durante la Primera Guerra Mundial. De ese material, Susini trajo a Buenos Aires algunas válvulas Pathé, con las que armó un precario pero eficiente equipo.

Junto a César Guerrico, Luis Romero Carranza y Miguel Mujica, formó LOR Sociedad Radio Argentina y acordó con los titulares del Coliseo para colocar una pequeña antena en la terraza del teatro. Por esa idea, los cuatro amigos fueron llamados "Los locos de la terraza".

Aquella noche, pocos minutos después de las nueve, unas cincuenta personas -además de los tripulantes de un barco anclado en el puerto de Santos, en Brasil- escucharon Parsifal en las pocas radios de galena que existían. El presidente Hipólito Yrigoyen comentó: “Cuando los jóvenes juegan a la ciencia es porque tienen el genio adentro".

Primera en el mundo

La emisión de la ópera Parsifal del 27 de agosto de 1920 fue una de las tantas transmisiones radiales que por ese entonces se realizaban en forma experimental tanto en la Argentina como en otras partes del mundo. Sin embargo. se la puede calificar de “la primera" en el sentido de que se trató de transmisión de una obra artística completa e inauguró la regularidad y sistematización en el servicio; ambas, condiciones que aún no se habían producido.

Recién el 2 de noviembre de 1920 se emitió en los Estados Unidos el primer programa de radio, que difundió desde Pittsburg los resultados de las elecciones presidenciales.

Radiodifusión o radiotelefonía

A pesar de ser usadas a menudo como sinónimos, las palabras radiodifusión y radiotelefonía no significan lo mismo: la primera constituye un modo de puesta en práctica de la segunda. En el caso de la radiotelefonía propiamente dicha, el emisor se dirige expresa y deliberadamente a un receptor, ya sea individualizable o no, como en el caso de las comunicaciones militares o policiales. En la radiodifusión, en cambio, el destinatario es un público determinado. Por consiguiente, la radiotelefonía permite que el emisor reciba respuesta del receptor; en la radiodifusión, el mensaje que se emite es unidireccional, ya que el receptor no puede responder por medio del mismo canal.

Aniversario con medallas

En agosto de 1970, al cumplirse 50 años de la primera transmisión radiofónica, Susini, Romero Carranza y Guerrico recibieron el homenaje del gobierno nacional, que les entregó medallas recordatorias e instituyó al 27 de agosto como el Día de la Radiodifusión.

Un ‘speaker’ con varias identidades

Enrique Susini y sus tres amigos, un mes después de la primera transmisión, y finalizadas las funciones del teatro Coliseo, realizaron emisiones especiales en las que, además de ser el speaker, Susini cantaba en castellano, francés, alemán, italiano y ruso. Para disimular un elenco tan reducido, se cambiaba de nombre para cada idioma.

Más de la pionera

Un año después de la primera emisión, Radio Argentina ya transmitía regularmente desde varios teatros de la ciudad. El 12 de octubre 1922 se realizó la primera emisión radiofónica de la asunción de un presidente argentino: Marcelo Torcuato de Alvear.

La Radio Argentina de Susini también fue pionera en otros aspectos: fue la primera en Propalar un noticiario, formar un equipo de locutores y ser inscripta como empresa en un registro internacional, al obtener la primer patente de marca en su tipo anotada y reconocida por la UIT en todo el mundo.

En 1922, la antena se trasladó a la terraza de la casa de remates de Guerrico y Williams, en Carlos Pellegrini al 1000.

Las primeras competidoras

En diciembre de 1922, en tres días consecutivos se crearon tres estaciones radiales que salían a competir el aire con Radio Argentina: Radio Cultura -cuyo transmisor funcionó primero en el Plaza Hotel y luego en la esquina de Canning y Alvear (hoy Avenida del Libertad)-, Radio Sud América -que transmitía desde el edificio Roverano, en Avenida de Mayo, frente a La Prensa-, y TCR Radio Brusa, cuyo estudio estaba en la avenida Corrientes al 2000.

En 1923, a las cuatro estaciones de radio instaladas en Buenos Aires se sumó TFF Grand Splendid Theatre, propiedad del ingeniero Antonio Devoto, cuyo estudio funcionaba en la avenida Santa Fe al 1800, en el mismo edificio del teatro Grand Splendid, convertido luego en cine.

La efímera Asociación de Broadcasting

En 1924 un grupo de industriales, comerciantes e importadores del ramo radioeléctrico constituyeron la Asociación Argentina de Broadcasting, con el objetivo de fortalecer el interés público por la radio. Además, la entidad ayudó financieramente a Radio Sud América y Radio Argentina, que pasaban por graves dificultades económicas que ponían en peligro su permanencia en el aire. Esas subvenciones determinaron que ambas emisoras cambiaran sus nombres, pasando a llamarse LOZ Radio Monte Grande de la Asociación Argentina de Broadcasting y LOR Asociación Argentina de Broadcasting, respectivamente. Finalmente, ante la falta de recursos surgidos de la publicidad, ambas emisoras volvieron a entrar en una etapa crítica. A fines de ese mismo año, la ex Radio Sud América desapareció. Radio Argentina, por su parte, recuperó su denominación original y comenzó a funcionar con una sencillez inimaginable: toda la estación dependía de Adolfo Cirulli, un joven de 17 años que cumplía las tareas de anunciador, director técnico, operador y jefe de publicidad.

La Asociación Argentina de Broadcasting fue disuelta en febrero de 1925.

Firpo, Dempsey y Yupanqui

El 14 de septiembre de 1923 marcó lo que sería considerada la gran noche de la radio argentina": el Toro Salvaje de las Pampas, Luis Ángel Firpo, se enfrentó con Jack Dempsey en la pelea del siglo". El combate -el primero en que un boxeador argentino disputaba un título mundial- fue transmitido por Radio Sud América, aunque en realidad sólo se trató de la lectura de cables informativos. Los porteños se reunieron frente a las pizarras del diario Crítica, desde donde siguieron la pelea propalada a través de altavoces.

Para amenizar la espera durante las inevitables interrupciones, actuó un dúo campero de guitarra y voz, integrado por un tal Rodríguez, oficial del Ejército, y un joven de la provincia de Buenos Aires llamado Chavero, quien años más tarde entraría en la cultura popular con el nombre de Atahualpa Yupanqui.

Al finalizar el combate, el locutor enfrentó la indignación de los aficionados exclamando: “¡Luis Ángel Firpo, el futuro campeón mundial de todos los pesos, perdió por KO en el segundo round!".

Aviso “estrictamente morales”

En 1923, el intendente de Buenos Aires, Juan Barnetche, otorgó a Federico Del Ponte, propietario de Radio Cultura, el permiso para instalar una radio para difusión de audiciones artísticas intercalándose avisos de propaganda comercial estrictamente morales". Los primeros avisos emitidos por Radio Cultura fueron de perfume, medias Manon, automóviles Packard y el Trust Joyero, que anunciaba el top de la hora. Por aquellos días el sonido característico se daba golpeando una cacerola, hasta que finalmente el anunciante envió al estudio un gran reloj de pie.

Al principio, los avisos comerciales eran leídos por speakers. Más tarde se produjeron los primeros jingles y eslonganes: Aperital Delor, Geniol, Jabón Federal, "Casa Lamota, donde se viste Carlota", "Casa Muñoz, donde un peso vale dos". La sastrería Belfast, de Esmeralda 55, hablaba de los dos cinco juntitos".

La hora oficial

En los años veinte, Radio Argentina inauguró la costumbre de anunciar los cuartos de hora, las medias horas y las horas emitiendo un gong, que se lograba golpeando una lata de aceite. Poco tiempo después, Radio Cultura incorporó el anuncio de la hora, aunque en este caso el gong se conseguía con el golpe de un martillo contra una sartén colgada en la pared del estudio. En Radio Nacional, el técnico Jenaro Tínelli inventó un sistema compuesto por cinco botellas sincrónicamente cargadas de arena unas y de agua otras.

En todos los casos, se hablaba de la hora "oficial", aunque no era exactamente así. Entre una y otra emisora solían haber importantes diferencias de minutos. Tiempo después, el Observatorio Naval puso en el aire una señal acústica indicadora de las medias horas y las horas en punto. A partir de ese momento, las emisoras comenzaron a utilizar sus rudimentarios gongs para acompañar su señal identificatoria y luego los reemplazaron por xilofones o triángulos.

Los nombres

En 1925, el Ministerio de Marina impuso a las emisoras el uso de características. Así, las emisoras que funcionaban en ese momento pasaron a llamarse LOY Radio Nacional, LOX Radio Cultura, LOR Radio Argentina, LOV Radio Brusa y LOW Grand Splendid. En 1929, estas características fueron cambiadas por dos letras y un número, con lo que nacieron las que se conservan hasta hoy. El 1934 se puso en vigencia la reglamentación que obligaba a las emisoras a intercalar la palabra “radio” entre la características y el nombre de la emisora.

Cursos radiales

En 1925, Radio Cultura emitió el primer curso radial de la historia: se trataba de clases de gimnasia, apoyadas por la revista Radio Cultura, que complementaba las explicaciones del profesor con ilustraciones. Tres años después, las radios Grand Splendid y Telefunken Service incorporaron cursos similares. Grafología por Broadcasting La Nación, radiotelegrafía y baile por Radio Cultura, y guitarra por Radio Mayo eran otras de las ofertas de finales de los años veinte, además de los idiomas: francés por Radio Brusa y radio El Abuelito, e inglés por La Voz del Aire.

"Critica" entró en la radiofonía

En noviembre de 1925, mediante un convenio entre el diario Crítica y LOR Radio Argentina, esta emisora pasó a denominarse LOR Broadcasting de Crítica. Así, el diario de Botana se hizo cargo de la explotación de la radio, manteniendo en la dirección a Susini, Mujica, Guerrico y Romero Carranza. En su portada, el vespertino anunciaba: "Por primera vez en el mundo un diario -debía ser Crítica, aunque La nación compró ese año su propia radio- prolongará sus informaciones en una poderosa estación de radiotelefonía". Poco más de un año más tarde, la emisora volvió a sus dueños originales, quienes de inmediato la vendieron a Radio Prieto.

La radio del abuelito

En 1928, el actor Federico Mansilla se convirtió en director de la flamante LOF El Abuelito, que transmitía desde San Pedrito al 100. En sus comienzos, Mansilla había sido recitador y monologuista y figura principal de una de las primeras compañías que actuaban en Radio Fénix. En esos tiempos, Mansilla personificaba a El abuelito, un anciano que, a través de sus diálogos con su secretario o con "el tío Jorge", ofrecía sabios consejos a los oyentes. Este personaje fue el atractivo principal de la emisora que llevó su nombre. A pesar de haber tenido una muy buena recepción, sobre todo entre el público infantil, LOF El Abuelito desapareció dos años después de su creación.

La elección del modelo

“En los años treinta, la cultura inglesa contaba con un gran prestigio en la sociedad argentina, al tiempo que Gran Bretaña le ganaba la partida a los Estados Unidos en casi todo el mundo. Sin embargo, la actividad radial en la Argentina había nacido y se había estructurado como empresa privada, con emisión centralizada en Buenos Aires y financiada mediante la publicidad, una configuración que reproducía la experiencia estadounidense. Por otro lado, la actividad fue desde su comienzos un foco de gran interés para las grandes corporaciones norteamericanas instaladas en la Argentina. A medida que se ponían en práctica las reglamentaciones que permitían al Estado controlar la actividad radiofónica, los sectores que soñaban con una configuración al estilo de la BBC comenzaron a acallar sus reclamos.

"En los primeros años de la década del treinta, el proceso de industrialización amplió considerablemente el mercado publicitario, con lo que el modelo inglés basado en una entidad nacional de carácter público sin publicidad cedió ante la variante estadounidense, basada en redes privadas financiadas por la venta de espacios."

(De Radio y poder en la Argentina 1920-1953, por Rosa M. B. de Russovich y María Luisa Lacroix. UNLZ.)

Las pioneras de las provincias

La primera emisora nacida fuera de los límites de la Capital Federal fue la actual LT3 Radio Cerealista de Rosario, provincia de Santa Fe, inaugurada el 4 de octubre de 1923. Dos años más tarde se inauguró la primera emisora cordobesa, Radio Lutz y Ferrando. En 1927 comenzó sus transmisiones la antecesora de la actual LT8 Radio Rosario, llamada entonces Radio Colón o Radio Millelot. Ese mismo año nació la radio de la ciudad bonaerense de Azul. En 1928 le llegó el turno a la provincia de Tucumán, con la inauguración de la actual LV7 Radio Tucumán. En 1930 existían ya alrededor de 20 emisoras distribuidas en el interior del país.

El armado de redes

“La emisora que en 1924 se inició como LOY Radio Nacional fue adquirida al año siguiente por un inmigrante dueño de un negocio de receptores, Jaime Yankelevich. Por exigencias de diversas regulaciones su nombre definitivo fue LR3 Radio Belgrano. En los años treinta, las revistas especializadas llamaban "el Palacio" a la sede de la emisora, desde donde se ofrecía una programación dirigida a grandes públicos. Belgrano fue la primera radio que armó comercialmente su red.

"Editorial Haynes, propietaria de un matutino y varias revistas, inauguró en 1935 LRI Radio El Mundo, que rápidamente armó la célebre Red Azul y Blanca, a través de importantes acuerdos con varias emisoras del interior del país.

"Entre 1940 y 1941 se agregó una tercera red, Rades, centralizada en LR4 Radio Splendid, que se benefició con el legalizado tralado al interior de las emisoras capitalinas Sarmiento, Ultra, Cultura y Stentor, a Rosario, Córdoba, Bahía Blanca y Mendoza, respectivamente.

"A pesar de los reparos parlamentarios y las criticas de sectores conservadores representados por el diario La Nación, esas cuatro radios porteñas fueron trasladadas al interior como participantes de Rades, mientras las otras dos cadenas se institucionalizaban con la aprobación gubernamental."

(De Radio y poder en la Argentina 1920-1953), por Rosa M. B. de Russovich y María Luisa Lacroix. UNLZ.)

El primer relato

El 28 de septiembre de 1925 se enfrentaron las selecciones uruguaya y argentina de fútbol, en el estadio de Sportivo Barracas. La transmisión estuvo a cargo de Horacio Martínez Seeber -quien se ocupó de la operación técnica, la locución y los comentarios- y del relator Atilio Cassime, periodista del diario Crítica. Las expectativas se frustraron a los cuatro minutos de juego, cuando el partido debió ser suspendido a raíz de que el público invadió la cancha. Cuatro días después se completo el encuentro, que ganó Argentina dos a uno.

Noticias

Enrique Maroni -autor de las letras de La cumparsita y Cicatrices- inició en 1927, por Radio Splendid, la lectura de diarios. Ya en los años treinta, muchas emisoras radioteatralizaban las noticias: "Ronda policial, por Radio Porteña, ha agregado a la dramatización diaria noticias de policía que tienden a prevenir al público sobre la delincuencia", informaba Antena a comienzos de 1936.

Un año antes había empezado a funcionar la primera agencia radial de noticias, Andi, que también apelaba a la participación de los oyentes premiando la información más importante. Mediante este procedimiento, un vecino de Mataderos transmitió por teléfono el tiroteo que terminó con la vida de El pibe cabeza.

Los grandes diarios -en especial La Prensa- criticaban el rol informativo de las radios, ya que consideraban que se trataba de un derecho fundamental de la prensa escrita.

Hacia las postrimerías de la primera década de funcionamiento de la radiodifusión en nuestro país, un recorrido por el dial porteño permitía sintonizar – de izquierda a derecha- estas quince estaciones:

LS6 Radio del Pueblo
LS8 Radio Sténtor
LS2 Radio Prieto
LR8 Radio París
LS5 Radio Rivadavia
LR9 Radio Fénix
LR4 Radio Splendid
LR3 Radio Belgrano
LR2 Radio Argentina
LR6 Radio La Nación
LR5 Radio Excelsior
LR10 Radio Cultura
LS1 Broadcasting Municipal
LS4 Radio Porteña
LS5 Radio Mayo

martes, 21 de agosto de 2012

Eduardo Gutiérrez sobre el “Chacho” Peñaloza

El triunfo de las fuerzas mitristas en Pavón, en 1861, había puesto fin a la Confederación Argentina y había iniciado un proceso de reorganización nacional bajo la preeminencia de Buenos Aires, hasta entonces separada del resto de las provincias. Así, el proyecto federalista parecía acabado, derrotado por el proyecto liberal unitario. Sin embargo, en 1862, el levantamiento del legendario caudillo riojano “Chacho” Peñaloza puso en cuestión al centralismo porteño.
 Nacido en época del virreinato, en 1798, en los llanos del sur riojano, recibió educación de parte de un tío sacerdote y pronto se integró a las filas de Juan Facundo Quiroga, tomando parte de las guerras civiles que comenzaban a dividir a unitarios y federales. Su carrera como militar lo llevó desde comandante del Departamento de Los Llanos a general de la provincia, desde donde tuvo una marcada influencia sobre los acontecimientos políticos que sacudieron a las provincias de Cuyo y noroeste del país. Hacia finales de la década de 1850, acompañó al presidente de la Confederación Argentina, Justo José de Urquiza, interviniendo la provincia en varias oportunidades. Pero después de Pavón, las misiones unitarias pusieron en jaque a los gobiernos federales, derrotándolos uno a uno, en campañas sanguinarias, que fueron apoyadas por Domingo F. Sarmiento, entonces gobernador de San Juan.
Ángel Vicente Peñaloza inició la resistencia con un numeroso ejército, pero resultó derrotado en varias oportunidades en 1862. Luego de firmar un armisticio con el gobierno mistrista, se levantó nuevamente en mayo de 1863. Entonces, no fue reconocido como ejército federal en combate, sino como una simple cuestión policial. Urquiza no respondió al llamado de Peñaloza, quien fue, derrota tras derrota, obligado a replegarse. Tras desorientar al ejército nacional, intentó avanzar sobre San Juan, pero fue vencido en la entrada de la capital. Luego de haberse rendido y entregar las armas, fue asesinado brutalmente. Era el 12 de noviembre de 1863. Su cabeza fue exhibida sobre una pica en la plaza de Olta, en medio de los llanos riojanos. Su legado fue retomado por las montoneras federales, que se levantaron para oponerse a la Guerra del Paraguay. Entre ellos, estaban Juan de Dios Videla, los hermanos Saá, Felipe Varela y Ricardo López Jordan. Recordamos al Chacho Peñaloza, en el día de su asesinato, con las palabras del escritor Eduardo Gutiérrez, quien a fines del siglo XIX, dedicó varias obras a recordar las hazañas montoneras.
Fuente: Eduardo Gutiérrez, El Chacho, Tomassi Editor, Buenos Aires, 1886.
"El "Chacho" ha sido el único caudillo verdaderamente prestigioso que haya tenido la República Argentina. A aquel prodigio asombroso que lo hacía reunir diez mil hombres que lo rodeaban sin preguntarles jamás adónde los llevaba ni contra quién, había hecho del “Chacho” una personalidad temible, que mantenía en pie a todo el poder de la Nación, por años enteros, sin que lograra quebrar su influencia ni acobardar al valiente caudillo. A su llamado, las provincias del interior se ponían de pie como un solo hombre, y sin moverse de su puesto, tenía a los seis u ocho días dos, cuatro o seis mil hombres de pelea, dispuestos a obedecer su voluntad fuera cual fuese. Los paisanos de la Rioja, de Catamarca, de Santiago y de Mendoza mismo, lo rodeaban con verdadera adoración y los mismos hombres de cierta importancia e inteligencia la acompañaban ayudándolo en todas sus empresas difíciles y escabrosas.
El "Chacho" no tenía elementos de dinero ni para mantener en pié de guerra una compañía. Y sin embargo, él levantaba ejércitos poderosos, mal armados y peor comidos, que sólo se preocupan de contentar a aquel hombre extraordinario. El "Chacho" no tenía artillería, pero sus soldados la fabricaban con cañones de cuero y madera, que se servían con piedra en vez de metralla, pero piedra que hacía estragos bárbaros entre las tropas que lo perseguían. No tenía lanzas, pero aunque fuera con clavos atados en el extremo de un palo, sus soldados las improvisaban y se creían invencibles. El que no tenía sable lo suplía con un tronco de algarrobo, convertido en sus manos en terrible maza de armas y si faltaba el alimento comían algarrobo y era lo mismo. De esta manera el "Chacho" tenía en pié un ejército con el que hacía la guerra al gobierno nacional sin que hubiese ejemplo de que se le desertase un solo soldado, porque todos sus soldados eran voluntarios y partidarios de Peñaloza hasta el fanatismo. [...] El "Chacho" combatía por el pueblo, por sus libertades y por los derechos que creía conculcados. Para sí no quería nada ni pidió nada jamás, en tiempo en que, por hacer con él la paz, el Gobierno le hubiera dado cuanto hubiera pedido. De aquí dimanaba principalmente el gran prestigio de que gozaba el "Chacho" y la cantidad de hombres que lo rodeaban."

domingo, 19 de agosto de 2012

Federico García Lorca


Federico García Lorca (Fuentevaqueros, 5 de junio de 1898 - Víznar, 19 de agosto de 1936). Poeta y dramaturgo español. 

En 1915 comienza a estudiar Filosofía y Letras, así como Derecho, en la Universidad de Granada. Forma parte de El Rinconcillo, centro de reunión de los artistas granadinos donde conoce a Manuel de Falla. Entre 1916 y 1917 realiza una serie de viajes por España con sus compañeros de estudios, conociendo a Antonio Machado. En 1919 se traslada a Madrid y se instala en la Residencia de Estudiantes, coincidiendo con numerosos literatos e intelectuales.
Junto a un grupo de intelectuales granadinos funda en 1928 la revista Gallo, de la que sólo salen 2 ejemplares. En 1929 viaja a Nueva York y a Cuba. Dos años después funda el grupo teatral universitario La Barraca, para acercar el teatro al pueblo, y en 1936 vuelve a Granada donde es detenido y fusilado por sus ideas liberales.
Escribe tanto poesía como teatro, si bien en los últimos años se volcó más en este último, participando no sólo en su creación sino también en la escenificación y el montaje. En sus primeros libros de poesía se muestra más bien modernista, siguiendo la estela de Antonio Machado, Rubén Darío y Salvador Rueda. En una segunda etapa aúna el Modernismo con la Vanguardia, partiendo de una base tradicional.
En cuanto a su labor teatral, Lorca emplea rasgos líricos, míticos y simbólicos, y recurre tanto a la canción popular como a la desmesura calderoniana o al teatro de títeres. En su teatro lo visual es tan importante como lo lingüístico, y predomina siempre el dramatismo.
En la actualidad Federico García Lorca es el poeta español más leído de todos los tiempos.

Cronología de obras

POESÍA

1918.- “Impresiones y paisajes”
1920.- “Suites”
1921.- “Libro de poemas”
1921.- “Poema del cante jondo”
1927.- “Canciones”1927-1931.- “Viaje a la luna”
1928.- “Romancero gitano”
1929-1930.- “Poeta en Nueva York”
1931.- “Diván del Tamarit”
1931-1934.- “18 poemas breves”1934.- “Llanto por Ignacio Sánchez Mejías”
1935.- “Primeras canciones”
1935.- “Seis poemas galegos”1936.- “Sonetos del amor oscuro”


TEATRO

1919.- “El maleficio de la mariposa”1923.- “El misterio de los reyes magos”1923.- “Mariana Pineda”1923.- “La niña que riega la albahaca y el príncipe preguntón”1923.- “Lola la comedianta”1928.- “Teatro breve”1929.- “Viaje a la luna”1930.- “La zapatera prodigiosa”1931.- “Tragedia de Don Cristóbal y la Señá Rosita”1931.- “El retablillo de Don Cristóbal”1931.- “Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín”1931.- “Así que pasen cinco años”1933.- “El público”1933.- “Bodas de sangre”1934.- “Yerma”
1935.- “Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores”
1936.- “La casa de Bernarda Alba”
1936.- “La comedia sin título”
1936.- “Los sueños de mi prima Aurelia"
1936.- “La destrucción de Sodoma”


VARIOS

“Granada. Paraíso cerrado para muchos”
“Historia de este gallo”1926.- “La imagen poética de Luís de Góngora”1927-1928.- “Degollación del Bautista”
1927-1928.- “Degollación de los inocentes”
1927-1928.- “Suicidio en Alejandría”1927-1928.- “Santa Lucía y San Lázaro”1927-1928.- “Nadadora sumergida. Pequeño homenaje a un cronista de salones”1927-1928.- “Amantes asesinados por una perdiz”1927-1928.- “La gallina”1928.- “Las nanas infantiles” 
1929.- “Imaginación, inspiración y evasión de la poesía”1930.- “Teoría y juego del duende”
1935.- “Charlas sobre teatro” 1935.- “De mar a mar”1936.- “En homenaje a Luis Cernuda”1936.- “Semana Santa en Granada”

domingo, 12 de agosto de 2012

MERECIDO HOMENAJE AL TANGO Y LA RADIO EN EL CONGRESO NACIONAL

V.LUQUE,GABY,ASSEFF Y VALLE

El pasado viernes 10 de agosto se llevó a cabo un Homenaje al Tango y a la Radio impulsado por el Diputado Nacional Alberto Asseff, en el Salón de los Pasos Perdidos del Honorable Congreso de la Nación.
Pasadas las 18.30 hs se dio inicio a la ceremonia con palabras de Juan Imperial, maestro de ceremonias de la misma, que evocó los primeros pasos de la radiofonía argentina, pionera en el mundo, cuando allá por agosto de 1920 “los locos de la azotea” dejaron su huella en la historia de las comunicaciones realizando la primera transmisión radial desde la terraza del Teatro Coliseo.
Seguidamente, se dio paso a los primeros números musicales: la morocha Gaby, apodada “la voz sensual del tango” aportó la primera melodía con la pieza “Una emoción”, cuya letra, de José María Suñé, es una bella y emotiva reivindicación del tango. Seguidamente se presentó Patricia Malanca, rubia pasional que interpretó “El último café”. El número que dio paso a la entrega de las primeras distinciones fue de baile: una excelente coreografía de Jesús Velázquez, con la elegante compañía de Giselle Avanzi.
El Dr. Alberto Asseff y José Valle, Secretario de Relaciones Institucionales del CEIN, entregaron las distinciones a JORGE BOCACCI, cuya estatuilla fue recibida por Horacio Banegas, productor del programa de TV “Titanes del Tango” que él conduce, debido a que el horario del evento se superponía con su programa radial “Bocacci a Tango Limpio” que conduce en Radio Cooperativa; JUAN IMPERIAL, por su labor desde el programa “La Madrugada de Juan Imperial” emitido por AM 610 Radio Gral. San Martín; OSCAR DEL PRIORE quien, además de su amplísima trayectoria como historiador e investigador de tango, conduce desde hace años el programa “A través del Tango” junto a su hijo FERNANDO DEL PRIORE en “La 2x4”, y RICARDO GARCÍA BLAYA, titular del sitio web tanguero más visitado y completo: TODOTANGO.COM donde se difunden grabaciones, biografías, entrevistas e historia del género. La distinción para VIRGINIA LUQUE fue entregada por Gaby, ferviente admiradora de esta estrella del tango, el cine y la tv que emocionó a todos los presentes con sus palabras de agradecimiento y su hondo sentir hacia la música ciudadana y la cultura popular.
Seguidamente hicieron su participación musical: Geraldine Trenza Cobre, con una muy bien lograda versión electrónica de “La Canción de Bs. As.”, Estela Bonnet quien interpretó junto a Claudio Parenti (guitarra) el tango “Paco a Paco”, una creación reciente que demostró la buena nueva camada de autores y compositores del género, y, finalmente, Carolina Martinez interpretó “Y te parece todavía” con una presencia escénica que no pasó desapercibida y muy buena interpretación.
Los distinguidos a continuación fueron: el pianista, compositor y director PEPE MOTTA reconocido mundialmente, ganador de dos premios EMI y merecedor de un “Día de Pepe Motta” en el Estado de Nevada, EEUU, por su labor musical; JORGE SERRANO “Serranito”, prócer de la dupla tango-radio, con más de 50 años ininterrumpidos defendiendo al género desde el éter; GRACIELA RAFFA, exquisita locutora que, entre otras labores, fue la voz que acompañaba “Los 3 berretines” de Gogó Safigueroa hasta sus últimos programas; NORBERTO MALBRÁN, incansable luchador en pos de la música ciudadana, y MARCELO OLIVERI Pro-secretario de la Academia Porteña del Lunfardo.
DIP ASSEFF
En la última intervención musical Yasmín Ventura, acompañada por el guitarrista Julián Hermida, interpretó maravillosamente el clásico de los Hnos. Expósito “Naranjo en flor”. Luego Alejandro Palacios demostró su experiencia y ductilidad interpretativa con el tango “Qué me van a hablar de amor”. Este cantor llegado de Zárate fue distinguido por la Honorable Cámara de Diputados de la Nación como reconocimiento a su trayectoria. La siguiente dama en demostrar su voz y hermosa figura fue Valeria Cotado, quien junto a la guitarra de Eduardo Rotela regalaron al auditorio el estreno del tango “Todavía no” e hicieron entrega de un presente a los Sres. Asseff y Valle de parte del Municipio de Chivilcoy en el cual residen. El cierre estuvo a cargo de Gaby, quien en esta ocasión interpretó “Una canción”.
El capítulo final del evento comprendió las últimas distinciones, entregadas a DIEGO RIVAROLA por su programa “El tango en el mundo” (FM “La 2x4”); LIONEL GODOY, quien se ausentó por problemas de salud; TITO SANCINETTO, luchador de la primera hora y gardeliano hasta la médula -su distinción fue entregada por RODY GROPPO, amigo y Presidente de la Asociación Amigos Casa Museo Carlos Gardel-; CLAUDIO DURÁN, mentor del programa radial y ciclo de espectáculos “Las Perlas del Tango” que cumple la importante labor de brindar un espacio a las damas del género, desde principiantes hasta las más experimentadas; RÓMULO BERRUTTI, periodista especializado en cine, tango y televisión y a JUAN CARLOS GARCÍA, oriundo de Santiago del Estero que recibió la primera mención especial a programas del interior del país por su programa “ESTO ES… TANGO”.
La última palabra le fue concedida al Diputado Alberto Asseff quien, emocionado, agradeció a artistas, periodistas, compañeros de trabajo que hicieron la cita posible y público presente por dar sentido al encuentro y remarcó sus intenciones de continuar con la labor de difusión e incentivo a la promoción de la cultura popular argentina, para lo cual ya se encuentra en curso administrativo ordinario su propuesta para incluir en la educación primaria de todo el país conocimientos sobre la música, letras e historia del tango y el folklore argentino. Entre aplausos y mucha emoción, Asseff despidió a los presentes con un fuerte “¡Viva el tango!”… ¡viva!.



miércoles, 1 de agosto de 2012

La muerte de Güemes por Adolfo Saldías

El 7 de junio de 1821 las fuerzas realistas que todavía combatían en el territorio entraron en la ciudad de Salta e hirieron de muerte a Martín Miguel de Güemes, quien con sus gauchos había defendido la frontera norte de múltiples invasiones españolas. San Martín destacó sus esfuerzos: "Los gauchos de Salta solos están haciendo al enemigo una guerra de recursos tan terrible que lo han obligado a desprenderse de una división con el solo objeto de extraer mulas y ganado”. Güemes moriría diez días más tarde, el 17 de junio de 1821  en la Cañada de la Horqueta. Para recordarlo, hemos seleccionado un fragmento del libro Historia de la Confederación Argentina, Rozas y sus campañas, de Adolfo Saldías, donde relata los últimos momentos del gaucho Güemes.
Fuente: SALDÍAS, Adolfo, Historia de la Confederación ArgentinaRozas y sus campañasTomo I, Buenos Aires, Orientación Cultural Editores S.A., 1958, págs. 120-124.
Don Martín de Güemes había sido el antemural en que se estrellaron los realistas en sus varias invasiones por el norte. Los gauchos de Salta, a sus órdenes, habían salvado la causa de la revolución en 1816, dando nervio a las deliberaciones del Congreso reunido en Tucumán, y en 1819, después de la retirada del ejército del general Belgrano. Por el contrario, don Bernabé Aráoz había comprometido esa causa cuando los realistas se hallaban en las fronteras del norte, y había proclamado un absurdo de República Tucumana, con el objeto de crearse un poder fuerte y con prescindencia de la patria común que en vano reclamaba sus auxilios. Güemes veía en Aráoz un peligro igual o mayor al que le amenazaba de parte de los realistas. No sólo le negó siempre todo auxilio en la guerra que con sus solos recursos sostenía Güemes contra los realistas, sino que trabajó por derrocarlo del gobierno de Salta en combinación con los aristócratas y godos de esa provincia, quienes en odio al generoso republicano habían llegado hasta abrir negociaciones en el general Olañeta, para que viniese a apoyarlos con sus soldados.1
Cuando el general San Martín lo nombró jefe del ejército de observación que debían entrar en el Alto Perú y cooperar a la expedición de Lima, Güemes solicitó nuevamente auxilio a Aráoz. Éste se negó. Entonces Güemes se puso de acuerdo con el coronel don Felipe Ibarra que acababa de ser nombrado gobernador de la nueva provincia de Santiago del Estero, y con el coronel Heredia que pretendía el gobierno de Tucumán, para destruir a Aráoz que a su vez trabajaba abiertamente para reconcentrar en sus manos el poder de las provincias del norte. Mientras Güemes se lanzaba a esta campaña, el general realista Olañeta llevaba una octava invasión a Salta, al frente de dos mil soldados. Olañeta se fue sobre Jujuy en abril de 1821 y adelantó su vanguardia a las órdenes del coronel Marquiegui. El gobernador delegado de Güemes, don José Ignacio de Gorriti, le salió al encuentro con una división de gauchos milicianos, y después de algunos combates parciales rindió a discreción dicha vanguardia en la quebrada de Humahuaca tomando entre los prisioneros al mismo Marquiegui.2
Simultáneamente, Güemes era derrotado por Aráoz; y sus adversarios de Salta, de acuerdo con este último, aprovechaban el momento para deponerlo del mando. Al efecto convocaron al pueblo a cabildo abierto el día 24 de mayo de 1821; leyeron un manifiesto sobre “la execrable conducta del gobernante”, y declararon que cesaba la guerra con Tucumán. En reemplazo de Güemes se nombró gobernador a don Saturnino Saravia y comandante general de milicias al coronel Antonio Fernández Cornejo.3 Cuando Güemes supo esto dejó la campaña donde reunía nuevas fuerzas y se dirigió con una pequeña escolta a la ciudad de Salta. El vecindario armado y algunos escuadrones de gauchos lo esperaron en línea de batalla, en el campo de Castañares. Fiado en el prestigio de su presencia, y como si todo ese aparato no tuviera más objeto que el de deferirle una ovación, Güemes avanzó sobre sus gauchos. Los nobles gauchos, habituados a vencer a los realistas bajo las órdenes de su ínclito jefe, levantaron las armas al grito de “¡viva Güemes!” y la ovación le difirieron en efecto, acompañándolo hasta la ciudad, mientras los revolucionarios corrían a ocultarse. Pero esta precaución era inútil, como quiera que Güemes jamás ejerciera venganzas sobre las personas ni cometiera actos sanguinarios. En esta ocasión Güemes manifestó su enojo tan sólo golpeándose con el rebenque en el guardamonte de su apero: lo único que hizo fue pedirles a los ricos aristócratas algún dinero que repartió entre sus fieles gauchos.4
En persecución del plan combinado con estos aristócrata que mantenían la política reaccionaria de la revolución argentina, el general Olañeta había desprendido al coronel Valdez (Barbaducho) para que se internase con 800 hombres en las ásperas serranías de Tacones; y para que descendiendo por un despeñadero peligroso que hay como a quince minutos de la ciudad de Salta, ocupase a ésta por la noche. Olañeta se movía entre tanto con el grueso de su ejército hacia Oruro, para volver sobre la marcha oportunamente, llegar hasta la misma quebrada de Humahuaca y acabar de efectuar la ocupación.5
Valdez verificó esta atrevida operación sin ser sentido. En la media noche del 7 de junio de 1821 sus partidas llegaban a la plaza de Salta. Güemes había bajado de su campamento a la ciudad y despachaba a esa misma hora en la casa de su hermana doña Magdalena. Uno de sus ayudantes cruzó la plaza. La partida realista le dio el ¡quién vive!, y al responderle: ¡la patria! le hicieron fuego. Al ruido de las detonaciones, Güemes montó a caballo y se dirigió a la plaza seguido de su escolta. Un otro ¡quién vive! lo detuvo, y en pos de su respuesta de –¡la patria! hiciéronle una fuerte descarga. Güemes se retiró para ganar la campaña, pero otra partida realista que venía a sus espaldas, le hizo una nueva descarga, la cual le alcanzó; y sus fieles soldados lo condujeron al campamento del Chamical donde murió pocos días después.6
Así acabó ese insigne guerrillero argentino que batalló sin cesar por la independencia de su patria, con los recursos que él solo se buscaba y sin recibir otros estímulos que los de Belgrano, que lo amaba, y los de San Martín, cuya mirada de águila alcanzaba el genio, donde quiera que se alzase para vencer en la lucha más grande que se ha suscitado en este siglo. Vivir como vivió Güemes de las grandiosas palpitaciones de su patria, y morir por ella después de consagrarla todos sus afanes, en una virtud envidiable que atenúa todos los errores caídos en esa peregrinación de gloria imperecedera. La prensa contemporánea, inspirada por los émulos o por los antirrepublicanos, cubrió de injurias el sudario de Güemes a la vez que ¡mísera! defirió palmas a los traidores a la patria. “Acabaron para siempre los dos grandes facinerosos, Güemes y Ramírez (escribían de Córdoba y transcribía La Gaceta de Buenos Aires). Murió el abominable Güemes…al huir de la sorpresa que le hicieran los enemigos con el favor de los comandantes Zerda, Sabala y Benítez, quienes se pasaron al enemigo. Ya tenemos un cacique menos…”.7
La posterioridad ha hecho justicia a Güemes. El general Paz tan exacto y severo en sus juicios, como parco en elogios, dice, que “bajo el mando de Güemes la heroica provincia de Salta fue un baluarte incontrastable de la República toda. Esos gauchos con pequeñísima disciplina resistieron victoriosamente a los aguerridos ejércitos españoles. Pezuela, Serna, Canterac, Ramírez, Valdez, Olañeta y otros afamados generales españoles intentaron vanamente sojuzgarlos. Si Güemes cometió grandes errores, sus enemigos domésticos nos fuerzan a correr un velo sobre ellos, para no ver sino al campeón de nuestra Independencia y al mártir de la patria.”8
El doctor Vicente Fidel López, dice9: “…en 1816, Güemes había salvado a la América del Sur, detenido a la España en las últimas barreras que le quedaban por vencer. Cuando ya todo lo había avasallado, desde Panamá hasta Chiloé, desde Venezuela a Tarija, Güemes solo era el que había contenido el empuje aterrador de esas victorias, defendiendo con sus heroicos salteños el nido donde estaban formándose las águilas que muy pronto iban a alzar el vuelo con San Martín.”
1 Véase lo que dice el general Paz en sus Memorias, tomo II, página 54.
2 Carrillo, Historia Civil de Jujuy.
3 Los documentos que se refieren a estos sucesos están publicados íntegros en la Gaceta de Buenos Aires del 19 de julio de 1821. El acta del Cabildo está firmada por Saravia, López (Manuel Antonio), Usandivaras, Arias (Alejo), Sola Echasú, Uriburu (Dámaso); y en el oficio en que este cabildo comunica al gobernador de Tucumán el suceso de la deposición de Güemes hay estas palabras arrancadas a la más negra ingratitud: “Al cabo la patria ha enjugado las lágrimas que le hizo verter un hijo ingrato, oprobio del sur: llegó el feliz día en que terminaron sus execrables excesos que horrorizan el corazón más helado: sacudió en fin esta provincia el abominable yugo del cruel Güemes!”.
4 Referencias de un antiguo vecino de Salta.
5 Memorias de Paz, tomo II, pág. 55.
6 Memorias de Paz, tomo II, pág. 55.
7 Véase La Gaceta del 19 de julio de 1821.
8 Memorias póstumas de Paz, tomo II, pág. 56.
9 Véase lo que dice el general Mitre en sus Rectificaciones históricas, pág. 64 y el doctor Joaquín Carrillo –Historia  Civil de Jujuy, pág. 359.